Una granja, una oportunidad para soñar

Las granjas familiares son sin lugar a duda una excelente opción para producir alimentos de forma sustentable y amigable con el medio ambiente y en pequeñas extensiones de terreno, que aporta a reducir el hambre y a mejorar la alimentación de las familias rurales, al asegurar el acceso inmediato a alimentos frescos, ricos en nutrientes, inocuos y libres de sustancias químicas, durante todo el año.

Por esta razón, bajo el lema “Juntos contra el hambre iniciamos en el 2019 el programa de granjas integrales para apoyar la seguridad alimentaria de las unidades familiares de la región, y que son lideradas por mujeres. El proyecto consiste en la creación de un sistema integrado de producción, que se enfoca en el fortalecimiento de la seguridad alimentaria de las familias, ya sea a través del consumo o de la comercialización de los productos generados en el huerto y el galpón, facilitando un ingreso económico adicional para suplir otras necesidades básicas.   

Cada familia cuenta con u galpón con gallinas ponedoras y con los insumos necesarios para establecer su huerto casero. Adicionalmente y como pate de la estrategia de sostenibilidad y de resultados de mediano y largo plazo, el proyecto contempla todo un programa de capacitación y seguimiento para dejar capacidad instalada y conocimiento que permitan la consolidación de cada granja y que cada familia se apropie del mismo, aportando a su bienestar y como aporte a su seguridad alimentaria.

A pesar de las dificultades y retos impuestos por la pandemia a casa del Covid-19, hemos logrado mantener el proyecto y evidenciado los importantes aportes de estas unidades productivas a cada familia participante. Esperamos seguir creciendo y beneficiando a más familias de la región. 

Una nueva entrega de mercados con productos alimenticios y de aseo para los adultos mayores del comedor comunitario El Mirador de los Abuelos

La alimentación y la buena nutrición son importantes, independientemente de la etapa de la vida en que estemos, pero llegada la tercera edad, es indispensable aportarle al cuerpo en la medida necesaria, los nutrientes básicos para llevar a cabo y mantener sus funciones vitales. En nuestra región, los adultos mayores presentan altos grados de vulnerabilidad social, la mayoría viven solos, en precarias condiciones de habitabilidad, sin acceso a recursos económicos, y con una mala o nula alimentación que impide el adecuado mantenimiento de las funciones del cuerpo y del bienestar general.

Con este contexto, en el 2015 inauguramos el Comedor Comunitario “El Mirador de los Abuelos”, para contribuir a mejorar la seguridad alimentaria de este grupo poblacional y brindar bienestar integral a los beneficiarios.

La declaración de la emergencia sanitaria a causa de la pandemia por el COVID-19, implicó el cierre de la operación del comedor comunitario en marzo de 2020. Esta lamentable circunstancia nos movilizó a la búsqueda de nuevas alternativas para atender las necesidades vitales de alimentación de los adultos mayores del sector, cumpliendo los protocolos de bioseguridad y el aislamiento obligatorio.

Por ello, decidimos suplir el menú diario en nuestro comedor, entregando desde el 2020, un mercado básico mensual a cada uno de los 320 beneficiarios inscritos al programa, garantizando así, su acceso al alimento.

Nuestra última entrega, fue el pasado 11 de septiembre, en la cual nos volvimos a encontrarnos con ellos y les entregamos un mercado que incluye por productos alimenticos y de aseo, para aportar a suplir sus necesidades de alimentación.  

Esperamos poder reabrir nuestro comedor muy pronto y volver a compartir el día a día con todos los adultos mayores del sector minero de Muzo y Quípama y seguir aportando a su seguridad alimentaria y a su bienestar integral.